LOS CADAVERES FUERON COLOCADOS UNO AL LADO DEL OTRO
Los cadáveres de tres empleados que trabajaban en la construcción de los almacenes de PROMESE que se incendiaron ayer fueron traídos a esta provincia, donde son velados en el barrio Blanco, donde sus familiares y amigos lloran desconsoladamente.
Se trata de José Wilson Hernández Guerrero, de 34 años, Félix Payano Pérez (Papo), de 33 y Dionisio Peguero María (Martires), de 30, cuyos cadáveres fueron colocados uno al lado del otro, en medio de la calle tercera de ese sector, donde residían.
Las tres víctimas se dedicaban a las labores de electricidad y trabajaban para la compañía Conversa. Para hoy se tenía previsto un oficio religioso en su memoria para lo cual fue instalada una caseta improvisada en medio de la calle.
Se informó que los tres serían sepultados en la tarde de este jueves en el Cementerio El Tamarindo, ubicado al lado de la rotonda de la avenida Francisco Alberto Caamaño.
José Wilson Hernández guerrero era padrastro de una niña de unos 4 años, mientras que Félix Payano Pérez (Papo) era padre de dos hijos, de 6 y 8 años y Dionisio Peguero María (Mártires), progenitor de una niña de tres años.
Residentes de la referida barriada se mostraron consternados ayer desde que supieron la noticia sobre la tragedia que causó, además, otros seis muertos, incluidos dos ingenieros de la obra.
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