martes, 26 de octubre de 2010

Ayuda humanitaria a la venta en Haití

PUERTO PRINCIPE, Haití.-
Diez meses después del seísmo de categoría 10 que devastó la capital haitiana en enero, la reconstrucción de la ciudad todavía no ha comenzado. El Gobierno ha contratado empresas dominicanas para recoger los escombros, ha logrado limpiar un poco el centro de la ciudad, pero nada más que eso. Lo que sí ha florecido es el mercado negro de mercancías que arribaron tras el seísmo enviadas por organizaciones internacionales, un hecho que se extiende virtualmente por todo el país.

En un recorrido por algunos de los establecimientos comerciales, dentro y fuera de la capital, principalmente en los barrios más pobres, se encuentra fácilmente latas de conservas, sacos de arroz y de frijoles, con los rótulos de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo (USAID) indicando que se trata de una donación.

En una de esas tiendas, ELMUNDO.es preguntó al propietario sobre el origen de las mercancías y su respuesta fue clara: "No sé".

En algunas esquinas de la ciudad, es fácil encontrar raciones de combate que fueron distribuidas gratuitamente por el Ejército estadounidense, que participó en las labores de rescate en enero, y que ahora son vendidas a quien quiera comprarlas por unos 10 a 15 dólares.

En los meses subsiguientes al seísmo, el Gobierno de China envió aproximadamente medio millón de tiendas de campaña, que en los costados tienen impresas las palabras "República Popular China", que estaban supuestas a ir todas para los campamentos de refugiados.

Ahora, no sólo se venden en algunos establecimientos de la ciudad, como ELMUNDO.es descubrió algunas dentro de los jardines de casas particulares. En este caso, las tiendas están siendo vendidas por haitianos que las recibieron gratuitamente del Gobierno cuando se quedaron sin casa.
Se oculta el mercado negro

El tema del desvío de la ayuda humanitaria es un tabú en Haití. El Gobierno de reconstrucción liderado por el Primer Ministro, Jean Max Bellerive, se esfuerza por combatir los desvíos, pero sus funcionarios reconocen que es una tarea "muy difícil".

"En este aspecto tenemos dos problemas que tener en cuenta. Primero la corrupción es un mal mayor, por otro la población tiene necesidades. Si se atrapa alguien desviando las ayudas, va a prisión. Pero es difícil porque la población no ayuda a las autoridades. Para ella la prioridad es acceder a las mercancías", dijo a ELMUNDO.es uno de los funcionarios que pidió no ser identificado por la sensibilidad del problema.

Inmediatamente después del seísmo, cuando los primeros cargamentos de ayuda comenzaron a llegar a Haití, las organizaciones internacionales eran responsables por su distribución. Pero en esa época hubo muchos problemas porque tenían que depender del sistema de transporte haitiano.

Además, hubo países como Marruecos, por ejemplo, que se hizo notorio entre el personal del aeropuerto, que envió aviones cargados de ayuda pero que al llegar a Puerto Príncipe la dejaban abandonada en la pista y despegaban de inmediato.

Y después que la mayoría de las organizaciones internacionales se fueron, la distribución de la ayuda quedó directamente en manos de las autoridades locales, cuya aduana es una de las más corruptas del continente.

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